sábado, 9 de noviembre de 2013

Tengo una relación estable

Así es amigos míos, hace tiempo que tengo una relación estable con la comida! No mentiré es una relación con sus altos y sus bajos, pero si hacemos un balance los buenos momentos se ganan el premio de ser grabados en la memoria. En mi adolescencia éramos simple conocidos, disfrutábamos solo cuando era necesario, el almuerzo, la cena y el desayuno. Pero cuando ya tenía unos 18 años y descubrí que no todo el tiempo la tendría conmigo, me di cuenta lo necesaria que era en mi vida. Sufrí al no tenerla todos los días o al solo tener migajas de ella en ciertos momentos, pero fue allí cuando alguien muy especial me ayudo en encontrarla otra vez y no solo eso, sino también como crearla. A pesar de mis escasos recursos pude mantenerla conmigo y con un poco de imaginación hacer de algo cotidiano un momento especial. En ese comienzo, solo eran cosas básicas como fideos, arroz con algún agregado y uno que otro postre, pero aun así le agregábamos a nuestra relación nuevos ingredientes, los condimentos comenzaron a estar siempre presente en mi casa. De apoco fui mejorando mi situación económica, podía invertir en lo nuestro, en ese momento conocí a alguien que me ayudo a ir un punto mas allá, me enseño a experimentar. Descubrí que lo nuestro era algo serio, sentía que no la utilizaba como todas las personas solo para satisfacerme, disfrutaba de su compañía era feliz al estar con ella independientemente si eran porotos, un caldo o guatita, además ella me hizo darme cuenta de mis capacidades al crearla. Recuerdo que un tiempo por decisión propia me aleje de algunos alimentos, pero fue un años que no miento extrañe al asado y a los pollos. Luego de eso nos mantuvimos estables por algunos años fuimos felices, hasta que un golpe en mi vida me deprimió hasta el punto de olvidarla baje varios kilos, deje de crear, de experimentar, con solo un pan con queso al día me conformaba, mis cercanos me invitaban a comer, pero era lo mismo, con un par de bocados quedaba satisfecha. Los días pasaron y el dolor de aquel golpe fue desapareciendo lentamente, hasta que sin darme cuenta estaba de vuelta en la cocina. Ya llevamos un tiempo en tranquilidad, sin sobresaltos me gusta invitar a amigos para que disfruten con ella también y he llegado a pensar en formalizar lo nuestro, tener un local, pero en la situación actual que vivimos es un tanto difícil, espero pronto poder concretar mi amor. Soy feliz con la comida y no pretendo dejarla como aquellos quienes se prohíben de ella solo por mantener la apariencia de los carteles reforzando supuestas imposiciones sociales de cómo ser. Te amo comida! 

Ahora queridos amigos ¿cual es su relación con la comida?

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