miércoles, 27 de noviembre de 2013

Creo que jamás pensé sobre mi vida mas allá de los 25 años!


Dentro de dos meses estaré de cumpleaños, pasare la barrera del cuarto de siglo, cumpliré 26 años y recién hoy me di cuenta que jamás pensé que sería de mi vida de allí en adelante.
En pareja pensé en algún momento casarme, en algún momento tener hijos, en algún momento tener casa, auto y todas esas cosas que la gente común hace y tiene, pero jamás me imagine seriamente haciendo o teniendo esas cosas. Quizás nunca creí que llegaría a esta edad, no porque moriría joven con estilo rockstar, si no que mis metas cercanas siempre fueron terminar la universidad, tener un trabajo y quizás crear mi pyme (relacionada a la comida lógicamente), pero jamás llegue a sembrar mas ideas sobre esos temas en mi cabeza, siempre lo deje como cosas que la gente debería concretar, por lo mismo yo debería seguir ese mismo camino.  Pero al darme cuenta que llegue a un punto incierto donde no tengo planes que seguir me pone nerviosa, por primera vez en mi vida no se hacia donde voy.
Me da un pequeño temor llegar a esta edad, solo quedaran 4 años para los fatídicos 30 y por lo que veo en mi vida actual, no se hacia donde va mi micro. En momentos, envidio a los que tienen algo concreto, y por momentos más pequeños, me gustaría tener algo parecido. Pero no me quejo de lo tengo, una vida llena de experiencias y un gran campo de posibilidades todavía por descubrir. Si analizo mis últimos 4 años de vida estuve dos en pareja profundamente enamorada de alguien que no me correspondió, luego de eso pude viajar, además entre medio termine mi carrera, lo que me demuestra que en 4 años pude experimentar una variedad tremendas de cosas que fueron haciendo giros inesperados en mi vida. Es por esto último que puedo respirar mas tranquila, eso mismo que me da miedo es lo que más me gusta de esta nueva etapa. No se que es lo que se viene así que no puedo esperar nada menos que algo grande, mejores experiencias, grandes amores y una gran vida 

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Un gran viaje




Creo a muchos se nos ha pasado por la cabeza hacer un cambio radical en nuestras vidas, pero son muy pocos los que se atreven a concretarlo. Tener la intención de viajar y  cambiar todo lo que hasta el momento has hecho por algo totalmente diferente no basta. Muchos tienen la misma intención, pero aun los puedes ver sentados allí mismo, confiados en que algún día ocurrirá casi de manera mágica el inicio del viaje.
 Para algunos es bastante sencillo dejarlo todo y mandarse a cambiar, quizás porque no tengan compromisos, ni responsabilidades. Para otros, como fue en mi caso, necesitamos un respaldo y un pequeño empujoncito para atrevernos, lanzarse a lo desconocido jamás ha sido fácil. En cambios otros viven mortificándose a la eterna espera de alguna señal que les diga que es tiempo de ese anhelado cambio, ya que viven apegados a cosas y personas que no pueden dejar así tan fácil.
En lo personal, creo que mi manía por los canales de televisión sobre viajes y comida ayudaron a cultivar la idea de algún día llegar a países lejanos, donde sea un tanto difícil comunicarse y donde nada de lo que vea se me haga familiar. Hacer algo tan diferente en mi vida, que la sorpresa del día a día reemplace a la monotonía que por siempre nos condena al conformismo. Hacer un viaje que no solo implique un cambio terrestre, sino también interno que ayude a aliviar necesidades que van más allá de lo material.
Me encantaría tener más coraje y realmente organizarme para cumplir estos sueños, dejarlo todo incluso a los que quiero para vivir algo nuevo y por fin satisfacer mis ganas de este otro nuevo mundo que está a mucha valentía,  y claro, varios pesos de distancia.
Reconozco admiración por quienes pueden con simpleza definir hacia donde quieren ir con sus vidas y van detrás de ello. En mi caso, lamentablemente, es el miedo a lo incierto y a estar incluso más sola de lo que me siento normalmente es lo que aun me mantiene en el desierto más árido del mundo.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Ser Facil


Desde la perspectiva de la chica que sufre: Hace unos días conocí a un chico, me decía cosas lindas, fuimos a bailar,  me lleno de halagos, me gusto como era él y le creí todo lo que me dijo, luego me fue a dejar a mi casa y lo invite a dormir conmigo, terminamos haciendo el amor, al día siguiente nos levantamos, me dijo que nos veríamos, se fue y aun no sé nada de él, me rompió el corazón. Desde el punto de vista de una chica soltera e independiente: El otro día conocí a un tipo buena onda, nos tomamos unas chelas, me gusto, después fuimos a una fiesta, un tanto ebrios hablamos muchas tonteras, pero nos divertimos, nos besamos y cuando me fue a dejar a mi casa lo invite a entrar y tuvimos sexo, al día siguiente nos despertamos y se fue.
Si le cuento esta historia a alguien como lo narre al comienzo, me convierte en víctima, alguien que se ilusionó con lo que podría ser una linda historia de amor y la hicieron sufrir. Si lo cuento como lo narre la segunda vez, desde la perspectiva de algunas personas, seria una mujer fácil, promiscua, la cual no tiene respeto por su cuerpo y  que se acuesta con cualquier tipo que conoce una noche. Según mi punto de vista es increíble que aun exista gente que catalogue este comportamiento como intolerable si se trata de una mujer, pero si lo acepten cuando se trata de un hombre.
Muchas veces somos nosotras mismas quienes emitimos estos juicios a personas de nuestro mismo género para desprestigiarlas, pero lo que más me desagrada es cuando somos nosotras quienes nos victimizamos, acaso ¿a las mujeres no nos gusta tener solo sexo? ¿Siempre tenemos que enamorarnos? Y por ende, como no todos los hombres buscan una relación estable ¿estamos condenadas a sufrir por amor?
Pero mi gran duda es, ¿este comportamiento me hace una mujer fácil? En mi entorno, esto ni siquiera es parte de alguna discusión, es algo normal: mujeres profesionales, solteras e independientes que se divierten, tienen sexo casual y hacen una vida normal. Pero mis cercanos, no son todo el mundo y  aun existe gente que condena la libertad sexual de una mujer, como si no tuviéramos derecho a disfrutar, engruprir o divertirnos  

Cuento corto: Hace poco conocí a un tipo, carretiamos, me gusto, fuimos a mi casa, tuvimos sexo y al día siguiente se fue. Fin.

sábado, 9 de noviembre de 2013

Tengo una relación estable

Así es amigos míos, hace tiempo que tengo una relación estable con la comida! No mentiré es una relación con sus altos y sus bajos, pero si hacemos un balance los buenos momentos se ganan el premio de ser grabados en la memoria. En mi adolescencia éramos simple conocidos, disfrutábamos solo cuando era necesario, el almuerzo, la cena y el desayuno. Pero cuando ya tenía unos 18 años y descubrí que no todo el tiempo la tendría conmigo, me di cuenta lo necesaria que era en mi vida. Sufrí al no tenerla todos los días o al solo tener migajas de ella en ciertos momentos, pero fue allí cuando alguien muy especial me ayudo en encontrarla otra vez y no solo eso, sino también como crearla. A pesar de mis escasos recursos pude mantenerla conmigo y con un poco de imaginación hacer de algo cotidiano un momento especial. En ese comienzo, solo eran cosas básicas como fideos, arroz con algún agregado y uno que otro postre, pero aun así le agregábamos a nuestra relación nuevos ingredientes, los condimentos comenzaron a estar siempre presente en mi casa. De apoco fui mejorando mi situación económica, podía invertir en lo nuestro, en ese momento conocí a alguien que me ayudo a ir un punto mas allá, me enseño a experimentar. Descubrí que lo nuestro era algo serio, sentía que no la utilizaba como todas las personas solo para satisfacerme, disfrutaba de su compañía era feliz al estar con ella independientemente si eran porotos, un caldo o guatita, además ella me hizo darme cuenta de mis capacidades al crearla. Recuerdo que un tiempo por decisión propia me aleje de algunos alimentos, pero fue un años que no miento extrañe al asado y a los pollos. Luego de eso nos mantuvimos estables por algunos años fuimos felices, hasta que un golpe en mi vida me deprimió hasta el punto de olvidarla baje varios kilos, deje de crear, de experimentar, con solo un pan con queso al día me conformaba, mis cercanos me invitaban a comer, pero era lo mismo, con un par de bocados quedaba satisfecha. Los días pasaron y el dolor de aquel golpe fue desapareciendo lentamente, hasta que sin darme cuenta estaba de vuelta en la cocina. Ya llevamos un tiempo en tranquilidad, sin sobresaltos me gusta invitar a amigos para que disfruten con ella también y he llegado a pensar en formalizar lo nuestro, tener un local, pero en la situación actual que vivimos es un tanto difícil, espero pronto poder concretar mi amor. Soy feliz con la comida y no pretendo dejarla como aquellos quienes se prohíben de ella solo por mantener la apariencia de los carteles reforzando supuestas imposiciones sociales de cómo ser. Te amo comida! 

Ahora queridos amigos ¿cual es su relación con la comida?

jueves, 7 de noviembre de 2013

El mal de cada mes




Quiero aclarar en la primera línea que estos son mis sentimientos en una etapa sensible, femeninamente hablando. Insisto mis sentimientos y los de nadie más.


Siento que voy a reventar, estoy sentada frente al computador me miro y me siento gorda, bueno es que realmente lo estoy, es evidente mi sobre peso, a pesar de que los mentirosos engrupidores se empecinen en mentirme en la cara.  Me siento fea, si además de gorda soy fea, aunque hay días que me siento guapa, pero hoy no es uno de esos. Trato de no verme en el espejo porque de inmediato me baja una depresión express que manda lejos la idea de que alguna vez  tendré hijos, tendré familia o  que volveré a tener sexo. Aunque reflexiono por algunos minutos y  pienso que tal vez tan fea no sea, hay gente que me piropea, pero definitivamente son todos mentirosos, nadie me ha querido de verdad (nadie mas allá de mi abuelita) y es por eso que estoy sola. Pero quizás la culpa no sea de los demás, quizás sea sea mi culpa: mi gordura, mi fealdad y de yapa mi personalidad. Soy extrovertida y un tanto alocada, y hay hombre que no les gusta ese tipo de mujeres, de hecho se sienten intimidados por mujeres como yo, ahora que lo pienso podría cambiar mi forma de ser, convertirme en una mujer mas tranquila, tal vez un poco mas dama algo así como el prototipo de la buena mujer digna de ser convertida en esposa. ¿Que mierda estoy diciendo? ¿Tener que cambiar para ser querida? Siendo como soy  fui amada, tuve a alguien que me amo mucho y otro que bueno, mejor no recordarlo (feo culiado). Pero volví al problema: estoy sola, soy fea, gorda, loca y además resfriada ¿Hay algo más feo que una vaca loca con sobre peso productora de mocos? Lo dudo. ¡Que es terrible mi vida! Por lo menos antes tenia un buen empleo que de alguna manera me hacia un buen partido, apta para ser presentada en algún almuerzo familiar, ahora ni eso tengo. Entonces ¿Qué tengo de bueno? Me cuesta responder por algunos segundos, pero de inmediato me doy cuenta que tengo una cabeza que como mínimo es capaz de cuestionarse cosas triviales como el hecho de estar soltera, ser gorda o ser fea, y que también es lo suficientemente inteligente para darse cuenta que todo lo anterior es pura basura pre-menstrual causada por los clásicos cambios hormonales que llegan a este cuerpo una vez al mes solo por ser mujer. Realmente no soy gorda, me siento así debido a la combinación de mi hinchazón y de unos kilitos demás producto de mi amor por la comida, tan fea no soy y mi personalidad es la de una persona feliz que finalmente se da cuenta que tiene una vida bastante buena que incluso le da tiempo para pensar en estupideces.