martes, 11 de febrero de 2014

Fanny Cuevas discriminada en Reñaca por atraer un público popular


Esta ex chica reality durante los dos últimos fines de semana estuvo trabajando como animadora de una marca de saborizante de leche en el sector 4 de Reñaca. Hasta allí normal, el problema surge en el momento en que el concesionario del sector le informa a los productores de esta marca que no deseaba a esta chica este trabajando allí, ya que atrae a un público el cual no el que desean en ese lugar de la playa.

Fanny Cuevas es una chica morena, pelo negro, ojos café y con rasgos faciales autóctonos de los indígenas de Chile. Trabajo en la calle como vendedora ambulante, no llego a estudios superiores, su familia tampoco, no tiene un gran manejo de vocabulario y su gran talento es ser modelo. Todas estas características hacen pensar a este concesionario que esta chica, que además viene de un estrato social bajo, no corresponde a un lugar que según el esta diseñado para solo personas con determinados rasgos físicos y pertenecientes a cierto estrato social.

Hace ya un tiempo, a pesar de no ser muy fanática de los programas de farándula, que vengo escuchando de parte de la misma Fanny que se siente discriminada en la televisión, y en general en su trabajo como modelo, por ser morena y venir de una familia pobre (seamos honestos que es por eso que la discriminan).  La mayoría de los opinologos de AR discrepaban con ella. Hoy viendo Intrusos este hecho (narrado anteriormente) le dio la razón.

Siendo mas honesta, a esta chica la discriminan por flaite, por ser morena y por ser de una familia pobre.  No cumple con los estándares aspiracionales que nos quieren vender como aceptables, elegantes, finos, finalmente cuicos. Si hacemos el ejercicio de salir a la calle y caminar como minimo cuatro cuadras nos daremos cuenta que el porcentaje de gente con características nórdicas, europeas son un porcentaje mínimo y somos muchos más los “negritos con cara de indios”.

Los medios en general nos tratan de vender estos estereotipos casi inalcanzables para la gente común, fea y mal vestida (según ellos) lógicamente para poder invertir, gastar dinero al tratar de parecernos a ellos. Pertenecemos a una cultura aspiracional, que constantemente esta mirando lejos para ver qué es lo mas “bonito” y de alguna manera adaptarlo a nuestra realidad, lo que hace que olvidemos nuestro origen, que lo evitemos por todos lados, neguemos lo que verdaderamente somos y dejemos de lado nuestra herencia cultural.

Lo que hace mas horrible esta situación es la misma gente que pertenece a ese sector de Viña del Mar , avalan esta discriminación alegando que este publico popular que sigue a esta chica, son delincuentes y “le baja el pelo” a un lugar que está diseñado solo para personas de elite. Lo que le pasa a Fanny es el vivo ejemplo de la discriminación al negar quienes somos. Ella es una chica bellísima, que trata de utilizar los medios que tiene para salir adelante, tiene intenciones de estudiar alguna carrera profesional para no solo ser modelo, pero todo lo anterior da lo mismo ya que, a los ojos de esta gente de fina estampa siempre será una flaite de clase baja.


Si lo pienso yo también soy flaite, morena y vengo de una familia pobre.  Asi que corten su webeo chuchetumare, que con mi piño los cabro’ de la pobla’ los vamos a terrible de cogotear, ya que si dicen que si tenemos estos rasgos somos delincuentes los invadiremos asi que aguántense nuestras caras de indios en sus sectores ABC1! 

sábado, 8 de febrero de 2014

Cuento Corto: Tuve una fantasía


Hoy por la noche iba caminando sola hacia mi casa y tuve una fantasía: te veía desde lejos y una sonrisa se apreciaba de nuestros rostros. Nuestros caminos se cruzaban en una esquina e inevitablemente nos encontramos de frente. Te decía “hola” y tú me abrazabas. Teníamos tanto de que hablar que inconscientemente caminamos juntos hacia ninguna dirección.  Nos perdonamos, nos entendimos, ahora estamos distintos, somos más grandes, hemos crecidos en caminos diferentes, pero somos mejores personas. Te cuento un poco de mi vida y como lo solías hacer te ríes de los detalles innecesarios que comento en mis narraciones, y te sorprendes de mis nuevos planes, e incluso siento que estas orgulloso de quien soy ahora. Me cuentas de ti hacía muchos años que no me enteraba de que es lo que ocupas tus día, no me parece interesante pero me agrada que estés bien y mis labios te demuestran mi felicidad. Nos damos cuenta que estamos caminando hacia ningún lugar y tomamos rumbo hacia el atardecer, esperamos hasta el último color del arrebol y en silencio respiramos la paz del momento. Sin comentarlo volvemos a nuestro punto de encuentro haciendo referencia del clima, del tiempo, del universo y el infinito. Finalmente nos dimos ese beso pendiente, ese último beso que no logramos concretar en su momento. Sabemos que es una despedida, te abrazo fuertemente y logro por fin decirte adiós.