Hace un tiempo una amiga conoció a un tipo en un vuelo, ella estudia un
magister en una importante universidad de Santiago y se dio que él hacia clases
allí mismo. Detallándome el impresionante curriculum de este tipo, comento que
la había invitado a tomar un café, pero seguido de eso concluyo “creo que lo hizo porque le doy pena, él está
totalmente fuera de mi alcance”. Pensé por un momento que tal vez ella tenía
razón, estos hombres atractivos, con buena educación, un buen pasar y un futuro
bastante interesante, quizás vean a mujeres como nosotras (con un trabajo
normal, un poco de sobre peso, marcas en la cara y las puntas del pelo
partidas) como amigas interesantes, quizás para tener sexo alternativo, pero
jamás como un proyecto de novia.
En la cuidad en la que vivo, he observado en varias ocasiones que los chicos que
estudiaron una buena carrera, generalmente relacionada a la minería, estaban
comprometidos a temprana edad con chicas estupendas (que por lo general habían
estudiado una carrera humanista), con zapatitos lindo, vestidos lindos y pelo
hermoso, las mismas que eran mis compañeras cuando yo iba clases solo con mi
mochila, poleron, jeans y chapulinas. ¿Es acaso que los hombres que saben que
son buenos partidos, se ponen mas superficiales y prefieren a estas chicas
estilo modelo, en lugar de las más normales que podemos ser chistosas e incluso
interesantes?
Hace un tiempo conocí a un tipo, que era todo un buen
partido: buena carrera, buen trabajo, buen auto, buen departamento. En un
comienzo me desagrado, tenía el perfil
de superficial, pero luego de una larga conversación y de darse cuenta de mi prejuicio,
refuto mi creencia y me comento que prefería una chica agradable y graciosa en
lugar de una solamente bella. Cayo en contradicción. Luego de alagarme mucho “eres increíble, jamás
conocí una chica tan agradable e inteligente a la vez” y después de conversar
toda la noche jamás me llamo (también quizás habré sido yo solamente quien
finalmente no le agrado)
Un amigo, de estos que tu mama sueña que presentes en casa,
suele comentarme que siempre preferirá a una chica normal que lo haga reír, a
una chica estilo estrella que termine aburriéndolo, pero constantemente cae en
la contradicción de tener relaciones, ya sean estables o esporádicas, con
chicas extremadamente bellas, algunas modelos y otras recauchadas. ¿Qué será lo
que lo hace recaer en este comportamiento? ¿Acaso estos chicos saben que tienen
el poder de escoger a la más bella de la fiesta y por lógica comerán filete en vez de carne molida?
Tal vez será solo cosa de actitud, lo cual algunas de
nosotras solo tenemos después de un par de cervezas. Llegar a pararse frente de
ese tipo soñado y presentarse sin miedo a ser rechazada es algo que no solemos
hacer y terminando esperando a que ellos tal vez algún día se acerquen a
nosotras. Lamentablemente, esto demuestra que no nos valoramos, ni a nuestros
logros, ni a nuestra inteligencia y nos dejamos llevar por nuestra apariencia y
aunque seamos bellas, no como las modelos si no una belleza natural, permitimos
que otros juzguen por nosotras a quienes nos tendríamos que merecer.
Por otro lado y haciendo una reflexión a la inversa, estos
chicos deseables y de buen curriculum no se si serán lo que realmente esperaría
como un prospecto de pololo. Cayendo en generalidades, ellos terminan siendo los aburridos, sin temas
interesantes de conversación más que carretes, anécdotas de carretes, chiste que
surgieron en algún partido de fútbol, anécdotas
de fútbol, chistes del trabajo y anécdotas del trabajo. Generalmente no tiene algún
hobbie, ni intereses mas allá de lo que aprendieron en la U o algo que los haga
una persona especial y no solo otro mas con un buen cartón y el titulo de buen
partido. Quizás nos presionamos a nosotras mismas por desear a estos “tipos de
bien” para lograr en conjunto cosas que realmente no nos interesan como una
espectacular casa y un carísimo auto, pero que por presión social podemos
sentir que es lo tendríamos que querer.
Creo que estar viviendo con una ficha de requerimientos la
cual deben completar los hombres que aparezcan por nuestras vidas nos llevaría a
vivir en constante prejuicio. Finalmente deberíamos ver a las personas mas allá
de cual fueran sus intereses superficiales o
de lo que tiene o no y deberíamos preocuparnos mas de valorarlos en la manera que nos gustaría ser valoradas.