Después de años me canso y pierdo las fuerzas para discutir contigo. Intento sacar esa pena que me acompaña desde siempre y transformarla en palabras, pero ni ánimos tengo. Me duele la cabeza, y prefiero ver tele antes que seguir pensando.
Llegan las 10 y las noticias terminan siendo angustiosas así
que prefiero ir a la cocina y preparar un té. Mientras doy el primer sorbo
relajo mis ojos y entre el sonido del liquito entrando a mi boca, vuelven
recuerdos que solo cuando discutimos reaparecen, no te niego que el rencor en
momentos es mas gran que la pena, pero no te preocupes es solo por minutos,
después de todo ya te perdone.
Camino para volver a mi pieza y pienso que jamás entendí que
paso, en que momento te convertiste en alguien extraño. Te he justificado más
de lo que debería pero finalmente da lo mismo jamás lo sabrás.
Me tiro en la cama, han pasado tantas cosas y me hubiera
gustado que estuvieras en tantos momentos, que me hubieras dado tantos abrazos,
que me tomaras la mano solo para decir que todos estará bien, pero ya no
ocurrieron y definitivamente no pasaran. Prefiero que estemos lejos, prefiero
que nos olvidemos como en los últimos años, prefiero en la calle fingir no
conocernos.
Lo lamentable es que tienes rencor, y es triste que sabes
que estas mal. Por siempre sabrás de mi, por siempre sabré de ti, así que por favor
trata de no escuchar y solo olvidar. Ahora intento dormir, con el mismo dolor
de cabeza de hace un rato y me coloco en posición fetal.
Me duermo pensando en que quiero un abrazo.
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