martes, 1 de marzo de 2016

Solo por ser Mujeres

Marina Menegazzo y María José Coni


El pasado viernes termino una de las experiencias más lindas de mi vida. Un mes antes pesque mi mochila mochilera, tome un bus y partí sola a recorrer tres maravillosos países de Sudamérica. Al volver pensé en escribir sobre lo maravilloso de la gente que conoces al viajar, la solidaridad y la fuerte empatía que produce entre los viajeros, pero a medida que fueron avanzando las horas me di cuenta que en Montañita, localidad costera de Ecuador, había algo que no estaba bien. Un dúo de amigas argentinas se había perdido hace una semana. EL primer pensamiento que tuve fue el creer que eran como tantos otros mochileros que pierden el contacto por unos días, pero luego re aparecen sin grandes novedades, pero el llamado a su búsqueda era tan fuerte que era fácil alejarse de ese primer pensamiento y creer que algo más grave había ocurrido.

Llego el domingo, y junto con el llego la noticia que nadie quería escuchar y menos creer que fuera verdad. Las chicas estaban muertas, fueron encontradas en unos arbustos alejados del pueblo envueltas en plástico y con múltiples lesiones.  Llego el lunes y encontraron a sus culpables, quienes confesaron que luego de que estas chicas se quedaran sin dinero un amigo les pidió que pudieran ayudarlas y dejarlas dormir en su casa por esa noche. Luego mientras una de ellas dormía uno de estos tipo quiso abusar de ella, pero al poner resistencia él le pego con un palo en la cabeza muriendo de inmediato, al mismo tiempo en otra habitación su amiga moría apuñalada por el otro tipo.

Al comienzo de mi viaje a mi familia no les parecía correcto que viajara sola, pero ya me conocen estoy grande, además era mi tercera vez viajando, aunque esta era mi  primera vez sola, además no tenían mucha influencia en la decisión que tomara. Solo les quedaba darme consejos sobre cuidarme, no confiar en exceso y la exigencia de que me reportara en lo posible una vez por día, incluso tuve que crear un grupo de whatsapp con mi madre, mi abuela, mi hermano y unas tías cercanas para avisarles cómo iba el viaje.

Y así fue como viaje un mes sola conociendo muchísima gente de diferentes países, interactuando con la gente local, en situaciones complicadas apoyándome en gente que recién conocía y apoyando a otros que con suerte había conocido unas horas antes. El sentimiento de empatía entre la gente que viaja es muy fuerte, solo con compartir unas horas se crean grandes amistades que se basa en la solidaridad entre gente que está viviendo experiencias similares. Dentro de este contexto, estas chicas confiaron en un amigo que trato de ayudarlas tras ser asaltadas y les consiguió un lugar donde podían quedarse la noche. Quizás lo primero que piensen muchas personas, es que fueron tontas al confiar. Yo también en primera instancia lo pensé así, pero no puedo juzgarlas por confiar en alguien que quiso ayudarlas después de ser asaltadas, yo también lo hice.

Fueron cinco los días que me quede Montañita, la misma semana en la que estuvieron estas chicas. Días antes en Lima conocí a un chico, me invito a salir y tuvimos onda, después de esto quedamos de encontrarnos en Ecuador. Nos vimos allá y me ofreció quedarme con él unas noche así me ahorraba alojamiento, me invitaría a surfear y además podríamos estar juntos. No era una mala oferta. Me fui con él a Olon, pueblo al norte de Montañita. En la tarde estuvimos en un asado con varias personas locales, en la noche dormimos cansados y en la mañana despertamos con ganas de sexo. Vulnerando mi decisión, vulnerando mis derechos, sobrepasándose  y poniéndome en riesgos se sacó el condón que le pase para cuidarnos y metió su pene en mi sin él. Me di cuenta al momento, lo saque, él no vio el problema en lo hecho. Me enoje, le dije que se fuera y siguió sin el ver el problema. Se fue, volvió, me dio miedo que algo hiciera, le roge que se fuera. Se fue por fin. Con mi mochila salí corriendo del lugar, tome un taxi y volví a Montañita. Por ser mujer ni siquiera puedo vivir mi sexualidad tranquila.

Durante todo el viaje me tuve que restringir de tomar cervezas de más, de fumar marihuana con libertad, tuve que pedirle a los nuevos amigos que hice que me fueran a dejar a mi hostal porque el camino era oscuro, tuve que reportar todos los días a mi familia lo que hacía y donde estaba, si conocía a alguien y salía a pasear tenía que darle el Facebook de esta persona a mis amigas, tenía que prohibirme de ir sola a ciertos lugares, llevaba condones, trate de cuidarme y ni siquiera así evite que algo me pasara. Estas chicas fueron dos, se cuidaron mutuamente, pero aun así tampoco fue suficiente. Mucha gente, cuando eres mujer, te dicen que tienes que cuidarte, que tienes que prohibirte de ciertas cosa para que nada malo te pase, pero porque tengo que coartarme de experiencias, porque no puedo tener la libertad de andar sola y tener la opción de emborracharme si es que quisiera sin correr riesgos.

Hay gente que se empeña en recalcar la culpabilidad de la mujer al pasarle algo, por vestir con poca ropa, por embriagarse, por andar sola, por lo que sea, pero es difícil que los critiquen a ellos por hacer algo que simplemente no debían. Como dijo Natalia Valdebenito “A nosotras nos enseñan a cuidarnos, pero a ellos no les enseñan a no violarnos.” Sabes que siendo mujer tienes que estar alerta si andas sola, si vas a un carrete, si viajas sola, porque te pueden violar, y si alegas te matan y si suerte de quedar viva, te culpan por no cuidarte.

Está claro que cuando viajas (así también como cuando estás en tu ciudad) siendo hombre o mujer, corres el riesgo de ser asaltado, de que quieran quitarte tu dinero, o que talvez te golpeen por ello, pero solo si eres mujer corres el riego,  además de los anteriores, de ser violentado sexualmente.  Solo por tener una vagina entre nuestras piernas corremos más riesgos, o plateado de otra manera, por el hecho de que a los hombres no les enseñaron a controlar sus impulsos animales de violar a una mujer todas corremos el riesgo de ser sus víctimas. Este no es un crimen que solo ocurra en esa localidad, no tiene que ver con los niveles de delincuencia de un país en particular, no les ocurrió a las chicas por ser viajeras.

Estuve los mismos días que las chicas allí, tuvimos amigos en común, quizás hasta debo haber cruzado algunas palabras con ellas, caminé sola en la noche por el pueblo, me quede en la casa de un desconocido y si lo pienso bien me pudo haber pasado a mí, o a la única otra chilena que vi viajando sola y que en un punto nos juntamos para cuidarnos, o a la chica suiza que conocí al comienzo de mi viaje que tenía la costumbre de viajar sola, pero al venir a Latinoamérica también tuvo que hacer un grupo en whatsapp informar donde estaba, o a unas hermanas que conocí en Guayaquil que viajaron juntas para cuidarse una a la otra. Solo por tener vagina nos puedo pasar a cualquiera.

Eran jóvenes, alegres, con ganas de disfrutar como cualquier chica de su edad, de vivir una experiencia tan linda como viajar, pero las mataron, las mataron por ser mujeres.  

martes, 22 de septiembre de 2015

¿Hasta dónde llega la vocación?




Soy profesora de una escuela con altos niveles de vulnerabilidad. Desde mi ventana veo dos tomas de terreno ilegales, en la salida de la escuela los apoderados se pelean a combos, y han habido tiroteos debajo de mi sala. Soy profesora de educación pública y hoy un niño de primero básico me mordió y luego me escupió.

Todos los días salgo de mi departamento a las 7am y camino a oscuras 7 cuadras, ya que por donde vivo no pasan micro a esa hora. No tomo colectivo debido a que es 3 veces más caro. Viajo entre 50 y 55 minutos hacia la escuela en la que trabajo. La micro me deja a 3 cuadras de ella, camino por calles llenas de bolas, mini basurales, pañales sucios y perros enfermos, hasta que al final llego a ese edificio imponente en medio de la pobla.

Mi semana consiste en hacer clases a 17 cursos. En un gran esfuerzo de producción hare un cálculo matemático: 17 cursos X 35 alumnos promedio por cada curso = 595 alumnos. De las 38 horas que aparecen en mi contrato solo 4 de ellas estan destinadas para elaborar material, revisar guias, crear pruebas, corregirlas y crear su remedial, atender apoderados, atender alumnos con problemas en mi asignatura, tener instancias de conversación con PIE y Psicosocial, investigar nuevas metodologías, realizar trabajo administrativo y otro sin fin de cosas e imprevistos. Todo esto por la módica suma de $530.000.-  (es por esto  que tengo 3 trabajos).

Lo siguiente quizás  lo han leído o escuchado, talvez en la televisión (lo dudo) o en nuestras marchas, pero no está demás repetirlo. Estudie 5 años en una buena universidad, al igual que  otros profesionales, me endeude por 15 años para pagar mi carrera, como también lo hicieron otros profesionales y me hago re cagar trabajando, incluso más que otros con los mismos años de estudios. Entonces, ¿porque cresta trabajo en condiciones tan lamentables? ¿Porque mi sueldo es tan bajo en comparación al de otro que ni siquiera estudiaron? ¿Porque tengo que sufrir y sacrificar mi salud tanto mental como física por algo que me retribuye tan poco?

Y es aquí donde surge el problema, generalmente cuando los profesores reclamamos estas situaciones, ya por años, décadas, siglos, milenios, nos vienen con la misma tontara: ¿y donde está su vocación? En lo personal cuando hace ya muchos años decidí estudiar pedagogía y lo posicione en primer lugar de mi postulación, sabía que no sería millonaria, que no tendría grandes bonos (hay veces que son tan chiquititos qua incluso da pena gastarlo o en otros casos uno duda de su existencia). Cuando ya en mis últimos años de estudios tome la determinación de trabajar en el sector publico tenia total conciencia que sería difícil (estudie en un liceo con número, probé de manera empírica lo que es alumnos fumando pito con uniforme en un rincón del patio) y el año pasado cuando decidí trabajar en esta escuela tenía más que claro que la serenidad y paz interior serian milagritos de la pacha mama. Siempre estuve consciente de que lo mío no iba por ganar millones, no iba por trabajar en un cerro, no iba en trabajar en una oficina, siempre supe que lo mío era trabajar con pequeñas personas con realidades parecidas a las que viví cuando tenía su edad. Pero a pesar de que muchos estamos conscientes de lo que conlleva  este tipo de decisiones, no estamos dispuestos a que se nos humille y se nos trate de esta manera.

Algunos de mis colegas más viejitos, llevan más de 30 años  trabajando en el sector público y en sus caras es fácil apreciar la decepción de  pelear las mismas luchas por tener dignidad en su trabajo o por ultimo un mejor sueldo y esto ha sido durante las mismas décadas que llevan trabajando. Es más, algunos de ellos debieron jubilarse hace años, pero aún no lo hacen ya que aún pelean por algún bono de retiro extra que aplaque la miseria de jubilación que recibirán.

Hoy ocurrió este incidente que comentaba al comienzo. Un niño que al llámale la atención me mordió la mano y seguido de eso me lanzo escupe (estaba resfriado, me di cuenta por el verde radioactivo de sus flemas). Agradeciendo a mis habilidades adquiridas después de ver una maratón de Matrix pude esquivar estos verdes proyectiles, pero todo este triste espectáculo me dejo muda por un largo rato, lo que termino en un par de lágrimas mientras estaba sentaba en mi sala mirando el cerro verde, producto de las inusuales lluvias en esta zona y el contraste café de los cartones de la toma que está en sus faldas.

Luego de este momento de impotencia baje al típico y jamás bien ponderado consejo de profesores. El día de hoy estaba la ATE de la escuela (asistencia técnica educativa, gente que cobra muchas lucas por en teoría ayudar algunos profes, generalmente solo matemáticas y lenguaje, a subir el simce). Hablaba una viejita sobre los resultados de un ensayo de simce. Nos pidió respuestas sobre porque eran tan bajo los resultados. Con mis colegas sugerimos factores como el comportamiento de los alumnos, el contexto social en que viven, la mala coordinación de los estamentos dentro de la unidad educativa, pero no nos pescó, ya que no era por donde quería ir la presentadora. Nos miramos y no nos quedó más que reírnos de malas ganas y hacer cualquier otra tontera. En mi caso me puse a escribir esto.

Si es que por cosas de la vida aún no saben que es el simce, es una prueba en que se miden de manera estandarizada los contenidos aprendidos por alumnos, dejando afuera de lado el contexto en el que viven, nivel socioeconómico y solo enfocándose en numeritos brutos. Lógicamente siempre ganan los particulares y nosotros los periféricos hasta nos intervienen y nos tratan malito cuando no logramos los mismos resultados con nuestros niños que en ocasiones con suerte comen dos veces al día, algunos son violentados, otros hasta abandonados.

Volviendo a lo del comienzo, no creo que sea lo correcto sentir rencor por el niño que me agredió, lo más probable es que en su casa o cerca de ella esa sea la manera en que la gente se defienda. Las 3 hojas de anotaciones que tiene ya no han servido de nada, se sigue portando terrible  y con la ATE tampoco ha aprendido mucho, sigue teniendo un muy bajo promedio que lo podría llevar a repetir. La realidad en la que viven la mayoría de estos niños, está lejos de mejorar cuando todo el sistema educacional esta tan concentrado en la obtención de logros en desmedro de las necesidades educativas de cada alumno dependiendo del contexto en el que vive. Nos fuerzan a trabajar de manera descontextualizada, como si lo hiciéramos en alguna otra escuelita si vista a las tomas, sin peleas, sin niños con padres en la cárcel, sin apoderados consumiendo pasta base afuera de la escuela.

¿Hasta dónde llega la vocación? Puedo amar la responsabilidad de educar jóvenes pobres y conflictivos, pero no puedo negar la pereza que me da cada mañana para venir a un lugar donde las cosas no funcionan bien, donde las autoridades nos limitan para hacer las cosas mal, donde siendo profesional siempre voy a tener la culpa de todo lo que no funcione.  No culpo a la escuela en la que trabajo, muchos de mis colegas y directivos hacen más de lo que pueden para sacar adelante a estos chicos. El problema, según yo,  está más arriba donde no tienen visión de lo que ocurre acá abajo. Aunque reconozco que después de trabajar un tiempo en están condiciones la indolencia, despreocupación o indiferencia, son reacciones que fácilmente se pueden apoderar de cualquier profesor.

Mientras todo esto siga pasando, no sé lo que hare en los próximos años, quizás vuelva a estudiar y vuelva a endeudarme, ya que ahora es mi sueldo el que no me permite pagar al chinchin mi propia educación o talvez siga inmersa en esta triste realidad docente hasta que me vuelva a dar una parálisis facial por el exceso de estrés o quizás por fin logre adueñarme de mi destino y corte con todo lo que odie y trate de cambiar lo que me molesta con mis propias manos. Quien lo sabrá? Ni idea, lo que si se es que esta situación no cambiara de la noche a la mañana, que cada vez que nos quejemos nos refregaran la vocación en la cara y que los niños seguirían recibiendo una mala educación.   

domingo, 24 de mayo de 2015

Un weon de trato de maraca



Salí con un tipo un par de semanas, pero me terminó aburriendo su estilo de vida poco acorde a su edad (era muy pendejo) así que decidí dejar eso hasta allí. Al momento de explicarle mis por qué, comenzó a contra argumentar con frases incoherentes, en algún momento incluso me elevó la voz y coronó todo su divagante discurso diciendo: “Tú estás acostumbrada a acostarte con diferentes weones, una noche con uno, otra con otros”.

En los 27 años que llevo en la Tierra  jamás alguien me había dicho eso en la cara. Es claro, que muchas veces más de alguien lo habrá pensado, comentado o escrito en algún estado,  pero jamás me lo  habían dicho mirando a los ojos. Mi primera reacción al escuchar sus palabras fue mirar a mi alrededor pellizcarme, tirarme agua  y confirmar que era real lo que oía, la segunda reacción fue mirar su rostro y ver como salía mierda de su boca, y la tercera fue dar la vuelta, no decir nada, dejarlo hablando solo y caminar.

Mucha gente se preguntara porque no le respondí o cómo no le pegué un combo en los cocos, pero rápidamente entendí que nada de eso sería suficiente para que entendiera que su intención de ofenderme mediante esas palabras no era correcto. Pude recurrir a argumentos como “me tratas de maraca y vo conchetumare me pegaste una infección por cochino” o el clásico “cuando me preguntaste como era tu pene, te mentí. Tu cagá de pene es la wea más chica que he visto en mi vida y como soy maraca he visto más diucas que la cresta”, pero era caer a un nivel de pelea media flaitonga, despues zacaba la filoza y pa shocolate. 

No me ofende que me traten de maraca, de hecho me parece maravilloso que me tengan tanta fe y que crean que puedo tirar con quien se me para el poto. Lo que me molesta es que “hombres” de 30 años, con estudios universitarios y viviendo en el 2015, no tengan nada a qué apelar en una discusión más que quien remoja el cochayuyo en mi vagina. Un argumento básico y retrograda, digno de algún viejito que del campo sin educación y que estuvo casado con la misma viejita durante 40 años, mismo tiempo que le sacaba la cresta y se la cagaba.

Creo que a todas las mujeres (o bueno a la gran mayoría) nos han trato de maraca alguna vez en nuestras vidas. Ya sea por cómo nos vestimos, como nos expresamos, nos maquillamos,  caminamos  o incluso como miramos, siempre hay algo que quieran usar en nuestra contra, algo con lo que alguien nos quiera insultar. Para algunas puede ser la peor humillación que les puede pasar en la historia del universo, para otras que les digan así tiene menos peso que paquete de cabritas, es webada de cada una como se sienta respecto a eso, pero lo que no debería ocurrir es que siga siendo el apelativo más recurrente al momento de querer ofender a una mujer.

También creo que a todas (las hétero) nos gusta el pene, entonces, haciendo un análisis  comparativo: si a ellos les gusta la vagina y a nosotras el pene ¿Qué tiene de malo esto? ¿Por qué termina siendo una ofensa para una mujer tener libertad sexual, en cambio, para un hombre termina siendo algo digno de orgullo? PAREN EL ESCÁNDALO! Estamos en el año 2015 a María Magdalena la apedrearon hace ya muchosss años y aún hay gente que utiliza esto como forma de ofensa.

Seamos o no seamos maracas, es cosa nuestra. Mientras no nos caguemos a nadie, nadie tiene derecho a sentirse ofendido por ello y menos tratar de insultarnos con argumentos de la época de las cavernas. Es nuestra vagina, nos pertenece y menoscabarnos como mujeres mediante ella no hará a nadie más grande ni mejor, solo muestra como en esta sociedad nuestra sexualidad aun no es libre.  

jueves, 4 de diciembre de 2014

¿Y si corto mi pelo largo?


Hace unos días estaba viendo Intrusos1 en el cual comentaban el drástico corte de pelo de cierto personaje femenino farandulero. Después de un rato de comentar esto, una de las chicas del panel que tiene el pelo medianamente largo se colocó una peluca para ver como seria su look con pelo corto y se veía linda la chiquilla. Bueno después termino el programa y me fui a trabajar pensando en sus comentarios, los que iban más allá de este personaje y profundizaban en lo que pasa con una mujer cuando corta su pelo de forma transgresora, es decir bien cortito.

Los que me conocen en vivo y en directo, saben que tengo el pelo infinitamente largo, tanto así que tengo que trenzármelo para dormir y colocarlo hacia adelante cuando voy al baño. Los que me conocen de más años saben que siempre lo he tenido así. No es una cosa religiosa (no soy canuta, ni siquiera creo en dios), tampoco es una cosa de verme más femenina (mi pachorra y mis chuchadas no me permiten verme tan delicada) es una cosa de costumbre quizás.

Toda mi vida he tenido el pelo muy largo, casi siempre debajo de la cintura, y a pesar de lo que mucha gente crea no me incomoda, no me genera más calor de lo normal en verano, no me pesa, ni me duele la cabeza por su peso. Es más, hace casi dos años aprendí hacer la clásica trenza María, lo cual me abrió todo un mundo nuevo de posibilidad. Pero a pesar de esto siempre me he preguntado cómo sería tenerlo corto, no hasta le hombro sino realmente corto (así como un niño en su primer día de clases). Sin embargo esta idea no dura mucho en mi cabeza. Quizás sea por cobardía que no puedo hacer un cambio radical en mi pelo, llevar el pelo como me lo imagino debe ser un tanto difícil.

Volviendo a la primera idea,  dentro de los comentarios que hacia José M. Villouta hacía referencia a como es vista una mujer dentro de la sociedad de acuerdo a lo largo de su pelo diciendo que una mujer con pelo largo la ven como una mujer femenina, una con pelo corto como lesbiana y una rapada es vista simplemente como una zafada.

Trabajo con muchos jóvenes y si hago un catastro casi ninguna de las chicas con las que trabajo tiene el pelo más arriba de los hombros. Como lo dije anteriormente, en esta sociedad el pelo largo es un símbolo de feminidad, pero que dentro de los estereotipos de belleza que nos imponen nos obligan a pasar más tiempo del necesario tratando de arreglarlo y gastar muchísimo dinero en productos, que en algunos casos ni efectos tienen.
En lo personal y en el lado más oscuro de mis temores, pavores, pesadillas y cosas que no quiero cerca de mí: no me gustan las peluquerías. Les tengo miedo, jamás salgo como quiero, jamás cortan mi pelo como lo prometieron, me parten el corazón cada vez que las voy a ver. Aun que hace unas semanas atrás fui a pintoresca y pequeña peluquería del centro, a la que llegue con actitud “no quiero que me deje caga” y la linda señora que me atendió solo me dijo “lo intentare”. Realmente lo cumplió y por fin después de veintitantos años pude salir con una sonrisa en mis labios y el pelo como lo planeaba.

A pesar de no tener los ovarios suficientes para cortármelo cortito, me gusta hacer cosas extrañas con mi pelo como por ejemplo pintarme las puntas de color fucsia o ahora ultimo teñirme mis largas chuletas de color azul. Lamentablemente sé que saliendo del sector universitario shuper relajado en el que vivo la gente me ve extraña e incluso algunos creen que eso me hace digna de ser juzgada. Me han dicho que con el aro en la nariz y el pelo teñido azul parezco mujer que le gusta las mujeres, lo cual no encuentro malo, pero me parece hasta chistoso que puedan llegar a esa conclusión con solo una impresión, ya que en la realidad really true harto que me gusta el… eso es harina para otro costal.

Pero ya en un análisis más profundo de la cuestión el largo del pelo es algo banal que no requiere más atención. Sentirte bien contigo independiente de que digan de tu pelo es la clave. Si lo llevas más largo del promedio, si tienes dreadlocks, si te rapas, si te tiñes de colores extraños, si te haces las californianas con agua oxigenada en el baño de tu casa, si alguna vez lo pintaste con jugo Yupi, si no le haces nada y dejas que solo crezca, da lo mismo el pelo es una forma de expresarte, es una extensión de ti y si te sientes en comodidad con la forma que tiene debes estar en paz y feliz.

1: Lo sé es un programa de farándula, pero me encanta. Tratan de ir poco más allá de la superficialidad de algunos temas dándole un toque de crítica social a sus comentarios.

domingo, 2 de noviembre de 2014

No saber cómo jugar al “juego de la seducción”


Conocer a alguien y comenzar a salir con esta persona, puede ser una linda experiencia, aunque no termine en nada serio la gente se conoce, divierte y comparte. Lo que es para mí en el último tiempo ha terminado siendo algo tortuoso. Me pongo nerviosa y mi verborrea explota, jamás sé que decir y lo que digo lo digo mal, o me tomo unos copetes de más, me pongo media peleadora y más prejuiciosa de lo normal.

Hay chicas que la seducción le sale la cumbia. Ellas saben cómo se juega en este asunto, saben los tiempos que se deben tomar entre salida y salida, tienen instinto para decir las palabras adecuadas en un mensaje de texto, nacieron  con un claro sentido de la combinación de sus atuendos para verse linda y sobriamente llamativas, tienen paciencia para hacerse las interesantes y siempre dejan algo de misterio para una próxima cita.

Bueno yo no soy una de ellas, de hecho soy más como la anti-seducción hecha mujer. No sé como ser coqueta, no se como seducir. Tengo incontinencia verbal y en una primera cita no falta que alguna tontera salga de mi boca. En una primera cita he dicho cosas como que perdí la virginidad a los 19, siendo que hablaba de la poca fe que me tenía mi familia en relación a los estudios o que me dio infección urinaria hace cinco meses. También me he caído mientras caminaba en la calle y hasta me he atrevido a intentar dar un beso sin ser correspondida y me he tenido que ir caminando de regreso a casa arrastrando mi vergüenza.

Hace algunos años les decía a mis amigas que no sé cómo “abordar a un hombre” cuando me gusta, y ellas respondían que eso duraba solo hasta que me tomaba un vino. Lamentablemente, un litro de vino me da más confianza de lo  que debería (al punto de algunas veces ni siquiera recordar que paso la noche anterior). Tengo una amiga con la infalible técnica de “agarrarle el paquete” a su conquista para mostrarle las ganas de estar con él, si es poco sutil, pero es efectivo. Para algunas chicas seria lo peor que podría hacer ya que quedarían  como maraca, sueltas, casquivanas o bataclana por lo que jamás las  volverían llamar, pero mi amiga tiene una respuesta: “que tanto importa si en total no los quiero pa’ casarme”.

En la actualidad, Whasapp y Facebook hacen que el coqueteo sea un tanto más complicado. Hay que saber cuándo y a que colocar me gusta. Alguien me dijo que una buena señal era colocar me gusta en alguna foto antigua, se supone que eso muestra interés, aunque creo que eso se traduce en psicopatear alguien (algo en lo que reconozco soy buena). Eso de dejar el visto también es parte del coqueteo algo así como “ya te vi, pero no te responderé ahora estoy ocupada”, en lo personal lo siento odioso hay que dejar que las cosas fluyan si lo leíste y tienes tiempo responde. Yo soy del tiempo de zumbido de Messenger, de escuchar una canción que le gustara a ese wapeton para que la viera en mi estado de Meseenger, de ser F/F en fotolog, y escribir “nice pic, cariños” cada dos o tres fotos para no parecer insistente, por lo mismo no entiendo esta compleja modernidad.

Entrar a estos juegos de seducción puede resultar algo complejo para una mujer como yo.  Me cuesta entender estos planes hechos con precisión que te hacen aparentar frente a otros una imagen que quizás sea alejada de la realidad. Prefiero mostrarme como soy, usando zapatillas en una cita, con mi síndrome de Peter Pan y mi banano desgastado con el tiempo, ya que si conozco a alguien que me acepte con mis tonteras, poco control de mi cuerpo y muy mal vocabulario quizás significa que me acepte, me quiera tal cual soy y con el tiempo no sienta vergüenza  de mi espontaneidad.  

viernes, 19 de septiembre de 2014

Pasar fiestas patrias con mi familia siendo soltera.



Fechas como el 18 de Septiembre son ideales para juntarse en familia disfrutar, compartir y reír, lamentablemente si eres solera el asunto se pone medio complicado. En mi caso que pertenezco a una familia mega machista se pone peor. Como no vivimos en la misma ciudad, viajo a pasar estas fechas con ellos en la parcela que tienen con caballitos y mucho verde, cabe destacar que todo esto está en medio del desierto.

Debo reconocer que no soy lo que a mi familia le gustaría que fuera. No es que lo que soy sea algo malo, si no que estoy fuera de lo que ellos consideran normal. A mi edad todas las mujeres de la familia tenían hijos, estaban casadas y eran dueñas de casa. Estas diferencias entre ellos y yo se evidencian aún más cuando estamos todos reunidos entorno a alguna celebración como fiestas patrias. Entre la carne, cerveza y el vino los ánimos se relajan y todos se ponen “bueno pa’ la chacota” se ríen de recuerdos de hace 20 años, las parejas se sientan juntas alrededor de la parrilla, mientras mi tío se encarga de la parrilla y allí quedo yo sentada en una silla sola al lado de mi abuela que me mira con odio infinito cada vez que beso a mi cerveza. Mi primo que tiene mi edad que habla de que se siente viejo, ya que tiene su pareja con la que vive y un trabajo que lo cansa. Luego comienza con las indirectas de que cuando sentare cabeza, mientras mi tío le aviva la cueca diciendo que soy muy loca y que así no me presentara a ninguno de sus conocidos de treintaitantos años que trabajan en algún buen puesto de alguna minera de la zona.

Después de un rato, cuando la carne esta lista y pasamos a los tradicionales brindis dieciocheros, mi tía agradece que estemos todos reunidos y de yapa pide por su pobre sobrina (es decir yo) que ojala pronto encuentre algún buen hombre que pueda traer para el próximo año. Esto que causa la risa de todos, menos de mi abuelita que sin palabras y solo con sus ojos me dice, que con todo su corazón, ella también desea los mismo. Y allí de nuevo me encuentro sentada sola en una orilla de la mesa con mi copita de vino (dejo la cerveza solo por un ratito para dale mejor acompañamiento al cerdo), me pongo roja, y miro con cara de “gracias por sus buenas intenciones, pero no es necesario decirlo en frente de tanta gente” mientras empino el codo y me todo el resto de vino que me queda.  

Después ya comenzamos el bailongo, yo saco la melódica, las maracas y el wiro (todos instrumentos musicales) para que todos intenten tocar su buena cumbia, además coloco  Villa Cariño, Santa Feria, Combo Ginebra, Juana Fe, Pata e’ Cumbia, entre otros y se ponen a bailar. Ya de pie voy a servirme mis clásicos terremotos con harto helado de piña, mientras mi tía se ríe y me grita “deja de comerte todos los postres”. Estando más arriba de la pelota comienzan a cuestionar de porque estoy soltera, insisten de que media pasadita de peso y terminan concluyendo de que ese sobre peso es el que me hace estar soltera.  


Yo sé que mi familia me quiere y que en sus comentarios, mas allá de hacerme sentir incomoda, está la voluntad de querer lo mejor para mí. Dentro de sus conceptos, para ellos lo mejor sería estar casada y con críos, y en ocasiones como esta se aprovechan del licor para sacar afuera impunemente sus verdaderos deseos. Y a pesar de que no les gusta que me ponga a escribir en lugar de estar haciendo arroz, que me molesten porque me como 3 empanadas en la hora del te, o que no les guste como pico el tomate para el pabre y que odien que tome tanto, en el fondo están orgullosos de mí y que no me quede en los parámetros que ellos siguieron. Finalmente todo esto sería casi como un “él que te quiere te aporrea”, o más bien sería algo como “él que te quiere te webea”

jueves, 11 de septiembre de 2014

45 minutos de verborrea!




Siento ganas incontrolables de salir corriendo dejar todo lo que estoy cargando (mochila, computador, etc literalmente)  botado y cuando las piernas no den más, descansar por un ratito y seguir corriendo.

Por la cresta no sé qué me pasa, quizás sea el síndrome Olguita Marina que de vez en vez me abruma o simplemente no me gusta la rutina que estoy viviendo y ya en esta fecha del año no la puedo soportar. Ya, voy a reflexionar sobre esto un poquito mejor y tratare de dejar mi clásico melodrama a un lado e intentare ser más neutra al narrar lo siguiente.

Estoy chata de estar de hacer todos los días lo mismo, pasar rabias ajenas, ver alrededor gente sin  suficiente cabeza como para darse cuenta que como manejan las cosas las hacen mal,  estoy cansada de pensar en que voy hacer en unos meses más. Quiero un trabajo más estable, eso sí sé que quiero, quiero un pololo a ratos también. Si lo voy a reconocer quiero un pololo, pero que quede claro que solo en algunos momentos, por ejemplo cuando tengo frio y cuando quiero viajar. Aunque esto último no tendría que tener relación en mi cabeza porque mis dos únicos pololos puta que eran fomes con lo de los viajes (lógico conmigo porque sin mí por la chucha que han viajo esos weones).

Insisto, quiero otra pega (a pesar que amo mi profesión, pero por la puta que es difícil). Pienso, pienso y digo por la cresta que me encantaría que me pagaran por escribir. A ratos me paso rollos, estilo vida de modelo famosa descubierta por un casa talento mientras compraban el pan, y me imagino que así como de la nada el editor de alguna revista la raja femenina va a llegar místicamente al blog y se enamorara de mis escritos y me querrá conocer y me va a mandar los pasajes a Santiago y me pedirá que escriba en su revista. Sería la mega cumbia nena, pero puta que fantasioso e imposible de que ocurra, así que pierdo la fe y vuelvo a planificar clases.

Volviendo a lo de la pega siempre he tenido re buena suerte buscando, de hecho solo una vez busque pega, siempre me llaman místicamente para trabajar, pero siento que ahora no está pasando lo mismo, ¿es cosa de suerte este asunto? Ni idea, pero puta que quiero tener pega segura ahora y tener vacaciones en verano, aunque a una de mis dos pegas la amo con toda mi humanidad y me motiva tanto como para ir un sábado a trabajar.

Volviendo a lo de un pololo, otro momento en que quiero tener uno es cuando estoy sola y aburrida en mi pieza un sábado o domingo en la tarde. En esas tardes lo que hago es disfrutar con una amiga y su hija y se me pasa, en otras van amigos con comida al departamento y se me pasa y hay otras que me pongo a ver los Simpson y se me pasa. Después de lo que acabo de escribir, me doy cuenta que esas ganas no son tan fuertes, es más que nada que a ratos me siento sola y quiero un abrazo y un beso.

Un beso, pienso pienso pienso. Hace tiempo muchísimo tiempo que no doy o me dan un beso lindo, no de esos que te calientan y quieres que te puro den. Hablo de esos que te dejan en las nubes, que no sabes cómo responder. Un beso que… ya ni tengo más descripciones porque ha pasado tanto tiempo sin uno de esos que ni me acuerdo las cosas lindas que producen. Puta la wea triste que estoy escribiendo. Y para que hablar de los abrazos. Para los que no saben y me ven como una mujer ruda que le importa un pico el pico, no es tan asi. Tengo una gorda  de Carrusel interna que en momentos como cuando vemos Titanic es terrible: llora cuando se muere Jack o suspira como weona cuando lo ve vestido elegante para la cena. La cosa es que esa gorda que aflora de vez en vez le encanta los abrazos, la hacen sentir protegida, es que como nuestra vida ha sido media complicada y andamos como solitas por la vida a rato a la guatona le gusta sentir contacto con otros humanos. De hecho hace un tiempo un weon fue a dormir al depto. No nos agarró ni una pechuga, lo único que quería la gorda era dormir cucharita para sentir cariño.


Ya filo me fui en la profunda del cariño y las carencias afectivas que reflejo en un alter ego meloso. Bueno algo que siempre me hace sentir mejor es escribir y eso es lo que estoy haciendo ahora y ya después de 45 intermitentes minutos de escribir me siento mejor. Estaba llena de cosas que no se, a ratos llegan a mi sin querer queriendo y me hacen sentir mal, (pasa un minuto) por la chucha esta semana me llega la regla! Esa es la wea, por eso ando tan sensible y quizás sea lo que siento día a día lo malo es que en estos momentos se ve como todo más feo, más denso ahh no se me carga, pero filo es mejor que llegue a que no llegue, aunque no hay de otra ya que no soy virgen Mery para que no me llegue (si entendió el chiste se dará cuenta que la sequía por estos pastos esta brigada)